De la iteración al éxito
De las innumerables ventajas que nos ha proporcionado la tecnología de fabricación aditiva, o impresión 3D, las más destacables para mí son la reducción de tiempo y costes en la generación de prototipos.
Antiguamente para probar nuevas piezas teníamos que mecanizar dichas piezas o fabricar moldes que sabíamos de antemano que no eran definitivos. Y a partir de estos «errores» ir iterando en el proceso de diseño. Estos procesos de mejora eran muy lentos y costosos.
Con la impresión 3D podemos reducir los costes de dinero y tiempo a la mínima expresión. E iterar un diseño tantas veces como sea necesario sin pensar en lo que suponía cada uno de estos pasos antiguamente.
Prototipado funcional
En este servicio lo que buscamos es obtener, al final del proceso, una pieza o producto funcional. ¿Qué quiere decir esto?
Con funcional quiero decir que el producto tiene que funcionar como lo haría al final de su posible fabricación. No es solo una maqueta de volumen para validar el tamaño.
Si ya dispones de un modelo 3D solo es necesario adaptarlo para su posterior impresión 3D. Si no dispones de modelo 3D o ni siquiera de un diseño, es aconsejable iniciar un proceso completo de diseño industrial.
Replicado de pieza
Dentro de los servicios de impresión 3D, el replicado de piezas es posiblemente el más fácil de explicar.
Consiste, básicamente, en reproducir una pieza existente. Ya sea por que se ha roto, por que necesitamos recambios o por que queremos obsequiar a nuestros clientes con una copia o reproducción en miniatura de alguno de nuestros productos emblemáticos.
Si dispones de un archivo STL con la pieza, solo procederemos a la impresión en sí. Si no existe ningún archivo habrá que dedicar unas horas a replicar ese modelo 3D mediante software paramétrico.
Producto final
La tecnología de impresión 3D ha avanzado muchísimo en los últimos diez años. Esto nos ha permitido, entre muchas otras cosas, imprimir materiales mucho más técnicos y con muchísima más definición.
Todo ello nos podemos plantear fabricar productos finales a partir de la impresión 3D. O una fabricación híbrida, mezclando piezas impresas en 3D con productos estandarizados como tornillos o rodamientos.
Para tomar esta decisión tenemos que contemplar muchas variables, como el número de unidades que queremos producir o la vida útil del producto. En cualquier caso sería un buen punto de partida para una producción definitiva.